

Los interruptores eléctricos, también conocidos como disyuntores, tienen varias funcionalidades importantes en un sistema eléctrico:
Protección contra sobrecargas: Los interruptores eléctricos están diseñados para interrumpir el flujo de corriente cuando hay una sobrecarga en el circuito. Esto evita daños en los dispositivos conectados y posibles incendios debido al sobrecalentamiento de los cables.
Protección contra cortocircuitos: Si se produce un cortocircuito en un circuito eléctrico, los interruptores eléctricos detectan el aumento repentino de corriente y cortan el suministro eléctrico para evitar daños mayores.
Protección diferencial: Algunos interruptores eléctricos incluyen protección diferencial, también conocida como protección contra fugas a tierra. Esta funcionalidad detecta corrientes de fuga que podrían indicar una conexión defectuosa a tierra o un riesgo de descarga eléctrica y desconecta el circuito para evitar lesiones.
Facilidad de control: Los interruptores eléctricos permiten encender y apagar el suministro eléctrico a dispositivos y circuitos de manera fácil y segura. Esto proporciona comodidad y seguridad al usuario.
Diagnóstico de fallos: Algunos interruptores eléctricos están equipados con funciones de diagnóstico que pueden indicar problemas en el circuito, como una sobrecarga continua o una conexión a tierra defectuosa.
Prevención de incendios: Al cortar el suministro eléctrico en caso de sobrecargas o cortocircuitos, los interruptores eléctricos ayudan a prevenir incendios que podrían ocurrir debido a problemas eléctricos.
En resumen, los interruptores eléctricos desempeñan un papel crucial en la protección y el control de los sistemas eléctricos, garantizando su funcionamiento seguro y confiable.
